jueves, 1 de diciembre de 2011

...hay tortura más cruel que recibe un gusano de pesca?

Resulta que hablando anoche con un alumno del taller que imparto, acerca de la fiesta nacional y la polémica de los toros , maltrato a los animales y demás , me confieso pecador de ser apasionado de la fiesta, ¿por qué?, no encuentro nunca respuesta , más bien creo que es instinto. El caso es que me vino a la mente una observación que hice este verano en las vacaciones cuando fui con mis niños al espigón de la playa de Puebla de Farnals en Valencia a ver como pescaban . Dios mío! ¿Habrá asesinato y tortura más cruel que la que sufre uno de esos gusanitos de pesca? ,a los que tras atravesar el cuerpo por un anzuelo de metal que le introducen por la boca ,le atraviesa por las entrañas hasta hacerle asomar por el ano, pera luego catapultarlos treinta metros hasta caer al mar y que con suerte para el pescador una dorada se los coma de un bocado, quizás este sea el final esperado a tal sufrimiento. Sin contar antes su periodo de cautividad en junto con otros cuantos de su especie en una caja de cartón cerrada y pasando frío en la nevera. Siento como ahora el rechazo de mis niños al contemplar como entre las manos morcillosas de aquel pescador escurría la sangre del insignificante ser vivo con cuerpo de gusano.................., y hoy para comer DORADITA AL HORNO!!!!

.... y para mañana hablaremos un poquito de Francis Bacon, referente a la descomposición transfiguración y metamorfosis de la materia cárnica , en mi escultura del “Martirio de San Sebastián” con puntas de flecha penetrando y desgarrando las fibras de la carne , en el caso de mi escultura son estacas de acero atentando contra las estructuras propias de la madera del olivo.

.............................................y después de la doradita al horno ,...........a TALLAR MADERA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario