miércoles, 11 de enero de 2012

Dibujos invisibles .Reflexiones gráficas entorno a un Haiku




Tintas invisibles, la cara como espejo del alma, dibujando con el agua. Elemento transparente, ape
nas tiene cuerpo visible, el agua es alma ,el H2O espíritu.
Primeramente se traza ese alma ,el espíritu para nuestros ojos vestida con sábanas de fantasma.
Fluctúa la forma, surgen las corrientes marinas , tsunamis y oleajes, el pigmento así nos dibuja los ríos , corrientes y remansos, los remolinos y las aguas turbulentas . Y todo ello hecho luz por esas partículas que mágicamente tiñen el agua haciendo eco de su gran poder vital.
Un simple trazo con una brocha desgastada rígida y semiseca ,de esas que no sirven más que para hacer de estopa . Las cuchillas del arado desgarran la tierra en la que germinará el dibujo. La proclamación de el agua como fuente de vida. Vida que está ahí , tan solo hay que hacerla visible ante los limitados ojos y miradas acotadas de los humanos.
Y es que la sabia naturaleza por algo no nos dotó de esa variante logarítmica para percibir la transparencia de las cosas .Tan solo el espíritu ,predispuesto ,abierto y entrenado es capaz de sentir con claridad a ese cuerpo transparente, Dios lo hizo así para que el interesado se lo currase un poquito. Así, la experiencia , la espera y el tiempo nos harán capaces de interpretar igualmente el lenguaje de los Haikus japoneses.
CADA VEZ VEO CON MAS CLARIDAD QUE ESTOS DIBUJOS SON EL PASO PREVIO A ESCULTURAS.

Puede servir esto como introducción narrativa para los dibujos en los que estoy trabajando. Hasta ahora no había hecho referencia a los llamados versos Haikus . Según cuentan quienes han tratado de dar una métrica razonada a algo que poco precisa de ser razonado ,son versos que siguen el esquema métrico de 3-7-5. En apariencia, una limitación a algo que se escapa sustancialmente de cualquier limité impuesto a los confines de la imaginación , ¿intuición tal vez?,sabemos de sobra de lo absurdo de poner límites al mar ,al firmamento o a las personas.. Así pues ,intentemos algo así mediante un trazo con agua, éste nos mostrará su verdadera sustancia cuando al espolvorearle unas partículas de pigmento se someta inevitablemente a una metamorfosis. Aparentemente surge el movimiento , movimiento que ya existe implícitamente en el liquido sin teñir ,solo que ese tinte será el testigo que nos ayude a ver tal movimiento en aguas turbulentas y mansas al tiempo. Es el impacto visual de la aceleración del proceso que todo lo mancha y tiñe en matices de siena tostada del roble en otoño ,con reflejos de verde vejiga y el tono pardo del plumaje de un gorrión hembra. Y eso precisamente es el Haiku .
La belleza de la naturaleza siempre estará ahí, presente en nuestras vidas . Tan solo es necesario una chispa, un ligero accidente, un simple rayo de sol, un trinar de jilgueros en un amanecer primaveral o la melodía de las percusiones tintineantes de hojas y ramas en los árboles interpretadas por el viento . Viento ,también, en apariencia invisible como el agua, otro Haiku natural. La caricia o el pensamiento en el ser querido o simplemente la misteriosa sinfonía del silencio en el instante contemplativo, un quejido que nos brinda la naturaleza para recordarnos que Dios existe , que está presente en el papel en blanco humedecido con trazos de agua invisible ,......, en los dibujos invisibles, en el trabajo honrado y sincero.
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Reflexionando en estas líneas, e ingenuamente con la necesidad de justificarme injustamente, de ,el porqué me emociono, haciendo un simple trazo con agua y no puedo dejar de recordar un verso de mi antepasado y poeta Ramón Mas y Ros cuando asemeja la inutilidad de su vida con el intento de cavar en agua. Desde su tierna infancia siempre con su enfermedad a cuestas y constantemente sintiendo la llamada de la muerte a su puerta , escribiendo versos sorprendentemente avanzados respecto a sus veintiun años que entonces tenía, versos como:

Como si cavase agua ,
así es mi vida de inútil.
¡Cómo si cavase agua!

De noche quiero ser bueno.
Cuando salta la mañana,
La voz del querer, dormida
Se me queda en la almohada.

Trabajo que no da fruto.
Trabajo que no trabaja.
Viene la tarde y vacías
de luz encuentra mis arcas.

Me canso de mi torpeza,
Del ocio que se disfraza
Para sestear tranquilo,
De canciones y añoranzas.

¿No valgo, cielo, o qué triste
zumo recorre mi casa,
que al darme amor de ir a estrellas
me paraliza las alas?

Cavador-azada del tiempo-,
no adentro una pulgada.
Mi trabajo es vida inútil
Porque doy golpes al agua.

Este es uno de mis versos preferidos no solo de R.MyR sino de toda la poesía leída y hoy en mi álbum de recuerdos. Octavio Paz definió a la poesía como ese lugar o estado en donde realmente ”se le pueden pedir peras al olmo”, eso es aplicable a todas las artes , situaciones en las que realmente se puede también cavar en el agua.

Munich 11 de enero 2012

Nani Boronat Mas

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